1. Aprendizaje

Toda empresa tiene algo que pueda aportar a una asociación que comparte con otros miembros cuyos intereses y preocupaciones son similares.

Compartir aciertos y errores entre asociados siempre será de gran ayuda para todos los que formen parte de la corporación, y además es algo que fluctúa constantemente, ya que los mercados siempre están en movimiento y esto hace que surjan nuevos retos, nuevas propuestas, nuevos problemas y nuevas soluciones.

2. Formación

Nos referimos directamente a las diversas estrategias, cursos y seminarios que se promuevan desde la propia asociación.

En este caso no hablamos de consejos, ejemplos y paradigmas del buen hacer, sino de conocimientos impartidos y recibidos por parte de los trabajadores de las empresas asociadas, o de los propios empresarios, que son los que tienen experiencias, conocimiento y práctica en temas que pueden enseñar a otros miembros de sectores diferentes.

La formación continua y constante es, sin ningún lugar a dudas, uno de los secretos del éxito, y esto supone que muchas empresas recurran a las asociaciones exclusivamente por este motivo.

Este tipo de proyectos pueden desarrollarse a través de sesiones presenciales y online, algo que cada vez es más corriente porque implica una menor pérdida de tiempo en desplazamientos, por ejemplo.

3. Colaboración

Resulta evidente pensar que la colaboración entre empresas es uno de los factores clave de la pertenencia a una asociación empresarial de estas características.

En muchas ocasiones, surgen ideas, proyectos o trabajos que pueden desarrollarse mucho mejor en colaboración, y esto es algo fundamental para los miembros de las agrupaciones, puesto que aumenta sus posibilidades de trabajo de manera indiscutible.

Uno de los puntos más positivos de pertenecer a AIRBE por ejemplo, son los proyectos conjuntos que surgen entre los asociados.

4. Networking

Se refiere a las reuniones entre los empresarios u otros representantes de las propias empresas, generalmente a través de algún evento promocionado, en las que interactúan entre ellos, intercambian opiniones y pueden surgir nuevas propuestas y asociaciones menores entre empresas.

5. Promoción

En los aspectos de promoción, las asociaciones de empresas también resultan de gran ayuda a sus miembros. Al reunir un grupo de compañías también se aúnan recursos, ideas y proyectos que pueden servir para promocionar y publicitar los intereses comunes de los asociados.

Como organismo que coordina los intereses comunes de los asociados, una asociación de empresas posee, además, mucha autoridad y credibilidad a la hora de promover una iniciativa o acción puntual, básicamente porque no tiene un interés empresarial directo detrás.

Eso se nota a la hora de promover, por ejemplo, proyectos colaborativos, proponer proyectos en administraciones o iniciativas conjuntas.

6. Fiabilidad

Digamos, para entendernos, que se suele presuponer una mayor seriedad a una compañía que, como tal, forma parte de una asociación concreta, por el simple hecho de estar inmersa en una agrupación mayor y de cierto renombre.

De este modo, resulta sencillo pensar que cualquier empresa que pertenezca a una asociación de compañías tiene un mayor número de posibilidades de encontrar nuevos clientes, o al menos eso parece ocurrir con los datos en la mano.

En cualquier caso, la propia capacidad de promoción de las agrupaciones, suma algunos enteros a estas afirmaciones, pues a más publicidad, más conocimiento por parte de los clientes potenciales y, por tanto, mayor confianza.

7. Resolución

Cuando el mercado se encuentra en horas bajas, es evidente que la unión hace la fuerza, y esto es algo que se agradece desde cualquier compañía que se vea arrastrada por una crisis en su sector.

Aunando fuerzas los asuntos se resuelven de forma más simple o, al menos, requieren menos esfuerzo por parte de cada miembro en particular; siempre aparecen nuevas propuestas, nuevas soluciones y nuevos recursos con los que hacer frente a posibles situaciones adversas, por lo que no cabe duda de que, a este respecto, es un gran acierto formar parte de una unión así.

8. Apoyo

Por otra parte, cuando los problemas son concretos e individuales, ocurre algo similar a lo comentado anteriormente con las crisis más generales.

Una agrupación de sociedades puede prestar un mayor apoyo a cualquier miembro de la unión que se encuentre en horas bajas.

En estos casos la competencia se disuelve casi por completo para dar lugar a la solidaridad y a la unión de consejos y ayudas que, en otro orden de cosas, también tiene que ver con el propio aprendizaje, el primero de los puntos señalados en esta lista de beneficios.

9. Convenios

Formar parte de la escena política del panorama que les atañe en cuestión -ya sea local, provincial, regional o incluso nacional- es otra de las ambiciones de las agrupaciones empresariales.

Este aspecto puede ser muy útil, entre otras cosas, en la generación de convenios con las instituciones por parte de la propia asociación empresarial en cuestión, algo que siempre vendrá bien para los intereses de los empresarios en cuestión.

10. Información

Y es que, por lo general, las asociaciones de compañías suelen surtir a sus miembros de un flujo de información constante, que no hace sino mantenerles alerta en todo momento de cualquier proyecto, crisis, problema, idea o innovación que pueda afectar, en concreto, al ámbito que las une.